La importancia y relación de la memoria, la atención, la emoción y la motivación en el aprendizaje.
Buscando sobre la
importancia y relación que tiene la memoria con el aprendizaje principalmente
vemos que, al llevarse a cabo una estimulación temprana, estaríamos respetando
y afianzando su propio proceso evolutivo natural, pero lo es aún más interesante
se llevaría un aprendizaje de una manera proactiva, ordenada,
organizada, y secuenciada en el tiempo. Afirmando así Maya y Rivero “No hay
aprendizaje sin memoria. Para potenciarla es importante trabajarla e integrarla
en las actividades de la vida diaria y cultivarla a lo largo del tiempo” (2010,
p.67). En general, el simple hecho de aprender exige memorizar y entender, a
medida del tiempo, dependiendo del objeto del aprendizaje, se va entendiendo que a cómo se memoriza, los
procesos que permiten llegar a entender ciertos aspectos de la realidad.
La atención es otro proceso de gran importancia que
interviene en la realización de las acciones, permite que éstas sean integradas
de forma consciente en el cerebro humano. “El ambiente es muy importante en la
activación de la atención: un ambiente estimulante para los más pequeños y otro
emocionalmente estable para los adolescentes, permite activarla y mejorarla”
(Maya y Riverón, 2010, p.70). Estudios han comprobado que una persona con
estrés o alteraciones emocionales tiene muchas dificultades para poner a
trabajar la atención. Cuando hay más áreas del cerebro que se ponen al servicio
de la atención, ésta se mantiene por más tiempo, es recomendable que los
programas de aprendizaje tengan períodos de activación, de descanso y de
reflexión de lo aprendido para poder procesarlo convenientemente.
Siguiendo con el aprendizaje del ser humano se tiene
presente que las emociones y las motivaciones son las verdaderas impulsoras de
cualquier aprendizaje. “Esto es importantísimo para el aprendizaje escolar: el
estado de ánimo determina la motivación y las emociones crean sus propias vías
de recuerdo, necesarias para afianzar los conocimientos” (Maya y Riveron, 2010,
p.68). Para poder fijar la atención y favorecer la acción se puede considera
las emociones como parte integral del proceso lógico, en la toma de decisiones
y en el aprendizaje humano.
Afirmando Maya y Riveron que “La motivación (que puede ser
intrínseca o extrínseca) es la que mantiene la conducta orientada hacia el
objetivo” (2010,p.69), se puede ver como un proceso interno donde participan
variables de todo tipo sobre las que se puede poner a mejorar y potenciar los
aprendizajes. Los estados de motivación o desmotivación no suelen ser
permanentes, igualmente la «experiencia de haber entendido» resulta especialmente
motivadora y estimulante. Esto va construyendo una motivación intrínseca que se
ha de potenciar en la educación (en casa y en la escuela).
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